La antropología francesa tiene una genealogía menos
clara que las tradiciones inglesa o estadounidense. Muchos comentaristas
consideran falsamente a Marcel Mauss como el fundador de la
tradición antropológica francesa. Mauss era un miembro del grupo del Annee Sociologique, la revista dirigida
por su tío Émile Durkheim y mientras Mauss estudiaba
la situación de las sociedades modernas, Mauss y sus colaboradores (como Henri Hubert y Robert Hertz)
recurrieron a la etnografía y filología para analizar las sociedades que no
estaban tan diferenciadas como las naciones-estado europeas. En particular, en
el Ensayo sobre los dones se probaría de relevancia permanente
en los estudios antropológicos acerca de las redistribución de
los bienes y la reciprocidad.
En el periodo de entreguerras, el interés en
Francia por la antropología concurría en movimientos culturales más amplios
como el surrealismo y el primitivismo que
recurrían a la etnografía como fuente de inspiración. Marcel
Griaule y Michel Leiris son
ejemplos de personas que mezclaron la antropología y la vanguardia francesa. En
este periodo la mayor parte de lo que se conoce como etnología se restringía a
los museos, y la antropología tuvo una estrecha relación con las
investigaciones del folclore.
Sin embargo, fue sobre todo Claude Lévi-Strauss quien ayudó a
institucionalizar esta ciencia en Francia. Además de la trascendencia del estructuralismo,
Lévi-Strauss estableció vínculos con antropólogos estadounidenses e ingleses.
Al mismo tiempo estableció centros y laboratorios por toda Francia para proveer
de un contexto institucional para la antropología mientras entrenaba a
estudiantes influyentes como Maurice
Godelier o Françoise Héritier que se volvería muy
influyente en su escuela. Muchas particularidades de la antropología francesa
actual son consecuencia de que se investigue en laboratorios privados más que
en universidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario